Muy guapas en verdad, todas sudadas y despeinadas; pero no es eso lo que realmente importa, o al menos para mi. Ésta semana decidí analizar el por qué es importante querer a las personas por quien realmente son y no por cómo se ven. Me puse a pensar en los comentarios que recibí al salir del entrenamiento, entre los cuales me decían cosas como "uf, que guapa" "te arreglaste hoy", todos sarcásticos por supuesto; fue entonces cuando me di cuenta de que la gente, aún cuando alardea ver a las personas por su interior, no lo piensan en realidad y se dejan influenciar en poca o gran medida por el aspecto físico.
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El respeto que se tiene por la otra persona no tiene nada que ver con la situación que esté viviendo, debería tenerse la misma actitud positiva sobre su aspecto físico, pues no se sabe cuánto podemos dañar a los otros por comentarios que no creemos que lastimarán, o porque pensamos que es una broma. Al menos para mi, es importante apoyar la confianza de los demás sobre sí mismos, sin importar lo que les esté pasando o que tan diferentes se ven. Esta semana fue solamente porque estaba haciendo ejercicio, pero me ha ocurrido en varias ocasiones en veces que me arreglo y hacen comentarios hirientes, por hacer una mala broma.
De ahora en adelante me fijaré aún más en los comentarios que le hago a los demás, pues siento que en repetidas ocasiones he lastimado a personas sin querer. Ahora sé que es importante respetar a los demás y que si realmente tienes afecto por esa persona, tienes que demostrárselo y no dañarlo por hacer malas bromas. Lo bueno es que lo tomé como un experimento social, así que no me afectó esta vez.
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