Hoy fue mi tercer clase de yoga y fue muy diferente a las dos anteriores que tuve; esta, me costó aún más trabajo. Eso fue porque en esta clase, el profesor nos canalizó a que hiciéramos un trabajo más físico y menos espiritual, lo que me encanta, pues saben que me gustan mucho los deportes. Es horrible y desesperante que en esta clase, casi todo fue cuestión de elasticidad y fuerza, por fuerza no tuve problemas, pero con la elasticidad definitivamente sí. No me considero una persona no elástica, sin embargo, veo que hay mucho campo de trabajo que puedo explotar, pues me falta mucho para poder perfeccionar las técnicas y hay inclusive, muchos movimientos que no logro completar al cien por ciento. Eso me encanta, porque significa que hay un campo de trabajo el cual hay que explotar y que ahora no me cansaré hasta mejorarlo.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhXHxst38EiKll70sMx_RaO-b8jzqWLrX240h1nGeUOVNEsLwtqUnPveG292HQN-sOp7kAr0Rwb0rsMn23D9py7mMhh10iuzNSB_NJAid86hMe7pn5Dez5R5yQQTsT9Zjfl3E0eyXoC1cCS/s1600/10965597_844209225641505_379276658_n.jpg)
lgo de la vida en clase por medio de analogías; me refiero particularmente a que el profesor mencionó el otro día la importancia de la tierra y las plantas de los pies y eso me mantuvo pensando un buen rato. La importancia de saber quienes somos y de donde venimos, que no hay ser inferior a nosotros y que necesitamos conectarnos con nuestras raíces; que a veces olvidamos agradecer porque damos las cosas por hecho y porque todo lo que creamos y recibimos, termina en la tierra. Es un ciclo muy interesante, aquel que nos describió el profesor, y a la fecha, sigo pensando y encontrando relación con lo que nos dijo sobre la Madre Tierra. Me gusta mucho en verdad, espero que llegue ese momento con ansias durante el día.
Acción: 2 horas.