Esta semana mi mamá me dio una lección realmente importante y sin haberlo planeado. Para los que no saben, mi mamá sufrió dos operaciones bastante complicadas, ambas en las cuales sufrió serios dolores y por poco no la libra. Ahora, se preguntarán por qué hablo de la lección con el ejercicio, y verán que la relación entre ambas es bastante fuerte. Mi mamá desde hace tiempo, después de sus operaciones, decidió que nada la iba a derrotar, mucho menos por haber estado tan cerca de la muerte; por lo que optó por empezar a hacer ejercicio conmigo. Pero deben entender que le cortaron el abdomen por completo, de lado a lado de la cadera, por lo que perdió sensibilidad y fuerza por completo de esas áreas. Que me haya dicho eso fue impresionante, pues al principio no sabía si sería sano para ella hacer un ejercicio tan intenso en áreas en las cuales ya no tenía la misma funcionalidad.
Pero la lección no termina ahí, puesto que no simplemente intentó hacer ejercicio con todo y el dolor que le causaba, sino que se puso a hacer ejercicio que no podía hacer ni siquiera antes de las operaciones. Es un gran ejemplo para mi, definitivamente, y me enseñó que sin importar lo que pase, tengo que esforzarme al máximo, pues todo se puede. Estoy realmente orgullosa de su fuerza de voluntad y por lo mismo, estoy segura que nos irá excelente a ambas; a mi, para darle fuerza e inspiración y ella para que me siga enseñando. Siempre juntas, en las buenas y en las malas.
Acción: 6 horas
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