Soy de las personas que tratan de superarse diariamente, buscando nuevos retos y cumplirlos. Desde el año pasado decidí que sería buena idea aprender un tercer idioma, ya que tengo dos bien aprendidos; y qué mejor idioma que el italiano (hablado por algunos miembros de mi familia).
La verdad, pensaba que estaba muy fácil por que las raíces que usa son del latín, al igual del español. Pero resultó ser más difícil de lo que esperaba; entenderlo se me facilita pero a la hora de hablarlo, tienen reglas muy especiales. Cada vez que voy a clase, me convenzo más de la utilidad que tiene hablar nuevos idiomas, tanto laboral como mentalmente. Habla de tu capacidad y de mente emprendedora.
Para mi gusto hablar, hasta en inglés, es mucho más fácil si tratas de pensar en el idioma; así las frases salen mucho más fluido y siento como que estoy en el mismo canal. Y aunque a veces me da flojera ir a clase, siempre estoy ahí; Por que sé que tal vez el proceso no es divertido, pero los resultados serán muy efectivos. Cuando tenga el tercer idioma bien aprendido, empezaré con otro y así sucesivamente. Esta semana le dediqué 3 horas a mi clase de italiano, incluyendo ya las tareas (Una hora y media el lunes y otra hora y media el miércoles).
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